Ni el momento, ni el lugar. Sin motivo, sin razón, sin sentido.
Vamos que no, que salgas por donde entraste.
Quiero ver que sales, te pierdes en la lejanía y que por tu estúpida cabecita no vuelve a pasarse la idea de dar media vuelta, porque como vea cualquier amago de volver, te juro que soy yo la que te pega un tiro.