sábado, 25 de agosto de 2012

Ponte guapa

Para llorar. Porque, no hay nada mejor que hacerlo con tu mejor rojo sobre los labios, y los ojos pintados de un negro intenso. Emborrónate, que quede constancia de que has desahogado el alma, que los has echado fuera, y que, los fantasmas y las preocupaciones, ya no pueden volver a entrar.

Esos días duros, en los que sabes que el encontronazo con los problemas es inevitable. Que puede que te hagan llorar, o no.
Esos días, lo importante es que te vean. Que te vean y se jodan los problemas.
Verte bien es algo importante para poder enfrentarte y sentirte capaz de triunfar. Te levanta la autoestima, el amor propio, ése tan importante que tendemos a olvidar. Y aún así, puede que rompas en llanto. Entonces, importa que no te vean en el momento fondón, y ser consciente de que ibas guapa, con tu seducción a flor de piel, que te han visto, les has hecho frente, y se han tenido que tragar muchas cosas. Después, quítate los borrones. Y ahí, aún estás mejor, porque ésa, la del espejo, eres tú, con la cara lavada, limpia de las cargas. Se han ido. Les has hecho cara y los has mandado donde se merecen estar.

Así que eso, ponte guapa y disfrútate.
Y gracias, mamá, por enseñarme que estas cosas, mejor con la más sincera de mis sonrisas.

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